"El optimista siempre tiene un proyecto; el pesimista, una excusa". Las personas optimistas siempre serán más capaces de afrontar las situaciones que les presenta la vida. Y aunque es cierto que hay niños que parecen haber nacido con un bagaje mayor para el optimismo, éste también se aprende si, desde su nacimiento, ofrecemos a nuestros hijos seguridad y afecto. Atendiendo a sus demandas, es más fácil que después pueda encarar los contratiempos con más confianza para resolverlos; si fomentamos su autoestima, encargándole tareas que puedan resolver y elogiándoles con frecuencia; si le enseñamos a resolver problemas y a asumir los errores como parte del aprendizaje; si nosotros también somos un modelo de personas capaces de superar los retos y de ver el lado positivo incluso de los fracasos; o si reímos con frecuencia, utilizamos al humor para resolver pequeños conflictos y tenemos un horizonte amplio de motivaciones y posibilidades de goce. A ser optimista y pesimista tambien se aprende.
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Hola Marina.
ResponderEliminarCuánto tiempo sin leerte.
Es cierto, cuanto más nos convencemos de que podemos, mejor superamos los retos.
Oye, la foto es insuperable jajaja ¡Eso si es ser optimista!
Abrazos
Hola Marina, cuánto tiempo sin venir por aquí.
ResponderEliminarMe alegro de haberlo echo, dar con este grado de optimismo es un mensaje tanto para pequeños como para mayores.
Me lo tomaré como algo personal, jeje.
Un beso cielo.