Mujeres de barro, color y vida.

Hace unos días he asistido a un curso de ARTERAPIA; en mi afán por aprender cosas, por desarrollar mi intelecto y en la búsqueda del auto-conocimiento. Este curso se basa en la utilización de técnicas artísticas para potenciar el desarrollo personal, la mejora de la salud y la calidad de vida. Para ello se utilizan materiales artísticos, como pintura, papel, plastilina, cerámica y todo lo que el terapeuta considere. Estas sesiones se iniciaban con un ejercicio de relajación y a continuación se hacia la propuesta para empezar a crear con los materiales que disponíamos y sin una pauta a seguir, solamente con nuestros conocimientos y con nuestra creatividad. No es necesario tener experiencia previa ni largos aprendizajes técnicos sobre arte ni nada ,solo una especial disposición a ello. Al final hablábamos sobre lo que habíamos sentido mientras lo hacíamos y una breve exposición de nuestra obra de arte, lo que significaba el color ,nuestro estado de ánimo, poniendo énfasis en la escucha interior, la atención y la espontaneidad. No siempre he utilizado la plástica y la artística como meditación; soy monitora de ocio y tiempo libre y he desarrollado talleres con niños, jóvenes, mujeres y discapacitados. Talleres de manualidades, cerámica, restauración de muebles, costura y labores, encuadernación de libros, bricolaje y carpintería; en fin, soy autodidacta y polifacética sé hacer de todo un poco. En la actualidad sigo realizando talleres pero he aprendido a hacerlo de otra forma. Utilizo el arte como medio de expresión y meditación y reconozco que disfruto mucho más y a la vez me ayudan a alcanzar un estado mental más abierto emocional y espiritual.
En este curso he aprendido mucho, sobre mi y sobre las demás y sobre todo me lo he pasado muy bien. A sido una experiencia muy enriquecedora y satisfactoria y os lo recomiendo.